La princesa Elena cuando fue chica tuvo que hacer un largo viaje hasta Londres. Allí conoció al príncipe Ricardo. En ese entonces tenían 8 años, eran muy pequeños y no entendían para que se juntaban los dos reinos.
Diez años después, la princesa tuvo que hacer otro viaje a Londres.
Cuando llegó al palacio vio al príncipe y se enamoró perdidamente de él. Al príncipe le sucedió lo mismo. Pero, como esto es un cuento, se generó un problema. El mago Shaman, que trabajaba para el rey, también se enamoró de la princesa. Cuando este vio la cara con que se miraban entre ellos, se dio cuenta del amor nacido entre los dos y se puso muy mal.
En ese preciso instante comenzó a planear un plan muy malvado y a la noche lo puso en acción. Se fue a la habitación de la princesa y le hechó el polvo mágico para convertirla en una roca. Este hechizo sólo se rompería con una flor llamada Rosa del Mar y él era el único que sabía donde encontrarla.
A la mañana siguiente, el príncipe se levantó y vio lo que había sucedido con la princesa. Desesperado le consultó a su mejor amigo, que era brujo, como se podía romper el hechizo. El amigo le dijo que la única manera era ir al mar y conseguir una rosa. El príncipe decidido a salvar a su amada, salió corriendo. Cuando llegó al lugar vio que allí estaba el mago, los dos se apresuraron por ganar la rosa. Por suerte fue el príncipe el ganador y el mago Shaman fue a la cárcel hasta sus últimos días.
Todos fueron felices por siempre...
Invitamos a todos los que lean este cuento a enviar al siguiente correo: alelevrand@hotmail.com un dibujo para ilustrarlo. A ponerse las pilas porque el más votado será publicado con el nombre del autor. Apúrense.
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